Un reencuentro con amigas de la infancia, conversar con ellas fue volver a lugares, momentos, proyectos, imagenes a montones. Recuperar a nuestras niñas y traerlas en las mujeres que actualmente somos. Ponernos al dia, repasar lo vivido. El tiempo transcurrido en medio de los eventos que nos fueron encontrando en distintos puntos de la vida, pareció transformarse en un hilo invisible que nos mantuvo conectadas aun a la distancia. Y sentadas a la mesa, compartiendo un cafe, eramos esas niñas otra vez.
Me resulto curioso al terminar la tarde, que nos habiamos reunido el dia del niño. Casi como si hubiera sido planificada la celebración para evocarnos a nosotras mismas en aquellos dias de antaño.
Recuperar la infancia a traves de un encuentro de adultas, intercambiando nuestras vivencias y compartiendo nuestro presente me resulto inspirador. Y la solidez de algunos afectos que establecemos a edades tempranas me siguen sorprendiendo y reconfortando.
Ayer, sentimos esa magia